Escritor. Creador de la tira cómica "Coaching para esclavos". Cinéfilo, melómano y superdotado con TDAH. Hablo por aquí de películas, series, libros o cómics que me gustan. También estoy en Twitter (@torres_criado), en IG (josetorrescriado) y en Bluesky (@josetorrescriado.bsky.social).
jueves, 30 de abril de 2020
EL TRUCO FINAL. THRILLER FANTÁSTICO DE ÉPOCA MADE IN CHRISTOPHER NOLAN
Desde que alcanzó la fama con la sorprendente “Memento”, Christopher Nolan se ha convertido en un director de culto gracias a su capacidad para crear obras que funcionan a la perfección en las taquillas y que además se pueden considerar plenamente “de autor”.
“El truco final” es una de las mejores películas fantásticas de la década pasada. Aderezada con un efectivo toque de thriller de época, desarrolla la historia de dos ilusionistas rivales que luchan por superarse el uno al otro y a sí mismos, lucha que les lleva a la obsesión más enfermiza y que les coloca muy cerca de la perdición.
En el combate por conseguir un truco mejor que el de su enemigo, ambos ponen en serio peligro sus relaciones personales y sus propias vidas.
Poco más voy a contar sobre la historia de la película porque, si me extiendo demasiado, corro el riesgo de estropearla, ya que “El truco final” es la clásica cinta cuyo poder de impacto se encuentra en un argumento lleno de enigmas y de vueltas de tuerca (escrito por Christopher y su hermano Jonathan) coronado por una vuelta de tuerca final, valga la redundancia, que lo pone todo del revés y que propina una gran sorpresa (que, sin embargo, se puede llegar a intuir de alguna manera sobre la mitad del metraje).
Nolan lleva la trama con un gran ritmo y consigue que no decaiga un solo segundo. Todo está escrupulosamente hilvanado y no quedan cabos sueltos tras el laberinto de trucos en el que sus protagonistas envuelven a los espectadores.
La estructura de esta trama, además, intenta reflexionar sobre la propia estructura del cine y sus “trucos”.
Los actores principales (un magnifico Christian Bale y un Hugh Jackman que en aquel momento estaba demostrando cada día más que era un excelente intérprete y que tenía vida más allá de Lobezno) interpretan con carisma a los dos magos protagonistas.
Les secundan unos muy destacados Michael Caine, Scarlett Johansson y David Bowie (este último en un papel que resulta toda una sorpresa).
La representación histórica de un siglo XIX en el que la magia y la ciencia se tocan (el filme lo representa con un acierto tremendo por medio del personaje histórico de Bowie) es otro punto destacado: romántica y evocadora, construida a base de planos cerrados que le dan un aura ocultista y en parte onírica.
“El truco final” es una película genial, una obra comercial de esas que existen pocas, que divierten mientras también hacen pensar. Entretenimiento con personalidad y de alta categoría.
miércoles, 29 de abril de 2020
EL MESÍAS DE DUNE. UNA INTERESANTE PARÁBOLA DEL PERSONALISMO Y DEL PODER
EL MESÍAS DE DUNE de Frank Herbert - 1969 - ("Dune Messiah")
"El mesías de Dune", segunda novela de la saga de "Dune", es, desde mi punto de vista, prácticamente un anexo de su antecesora en todos los aspectos.
De hecho, el propio Frank Herbert dijo que ya tenía escritos muchos de sus fragmentos antes de la publicación de dicha primera novela, de la que es totalmente indisoluble (y posiblemente lo sea de la tercera también, la cual leeré y comentaré en estos próximos meses).
"El mesías de Dune" no es ni tan redonda ni tan sorprendente como "Dune", pero sí que tiene una premisa que me parece absolutamente visionaria en el momento de su publicación, 1969: tras la aventura épica de la primera novela, el imperio de Paul Atreides, conocido ya como Muad'Dib, se ha hecho con la galaxia y ha caído en casi todos los errores que cometía el imperio al que él derrocó, el de la casa Corrino.
¿Se imaginan que tras "El retorno del Jedi" Luke Skywalker y sus amigos la cagan de tal manera que se convierten en nuevos Darth Vader o nuevos Emperadores? ¿Se imaginan que tras "El retorno del Rey" Frodo, Gandalf, Aragorn y sus compañeros crean un nuevo Mordor? Pues ese es el punto de partida de "El mesías de Dune". Rompedor en su momento e incluso hoy.
Más de una década después de "Dune", los Atreides y los Fremen han tomado como he dicho la mayor parte de la galaxia conocida. Paul y su hermana Alia se han convertido en seres divinos idolatrados en todas partes y la religión de los mencionados Fremen se ha transformado en la preponderante.
Hay cosas que han mejorado, como las condiciones del planeta Arrakis, más habitable, pero hay otras que han permanecido igual: el nuevo imperio sigue siendo clasista, la esclavitud sigue existiendo y la pobreza también, y todo además se ha conseguido por medio de conquistas, guerras y masacres y se mantiene en un precario equilibrio gracias a la opresión de las armas y al opio de la religión.
Tras la aventura épica, más habitual en este género o en el fantástico, viene la pregunta que no se plantea demasiado: ¿qué ocurre cuando los "buenos" han ganado y tienen que reconstruir el mundo que han heredado de los "malos"?
Por todo esto, "El mesías de Dune" me resulta extremadamente interesante. Frank Herbert lanza una crítica brutal y despiadada al personalismo, al mesianismo, a las religiones, a las grandes dictaduras de su momento, mientras que siguen presentes asuntos de la primera entrega como la ecología, el capitalismo agresivo o la corrupción.
Si algo destaca en "Dune" es su huida del maniqueísmo, y esto queda perfectamente demostrado en esta segunda novela de su ciclo, que tiene unos personajes llenos de claroscuros morales, tanto los protagonistas (que se han vuelto atormentados, autoritarios, despiadados) como los antagonistas (a los que se puede llegar incluso a comprender en parte a pesar de su perfidia).
La novela se centra más además en la pura intriga política y palaciega; deja a un lado la aventura y las batallas de la primera parte en toda una declaración de intenciones.
Sí que es cierto que su trama no es tan redonda ni tan sorprendente como la de su mencionada precedesora. La obra es bastante corta, extrañamente corta (pienso que esto es porque realmente se trataba de, como dijo Herbert, una recopilación de fragmentos previamente escritos), y tiene sin embargo momentos reiterativos y, sobre todo, un desenlace muy precipitado, cerrado en un "pis-pas" y con varios secundarios despachados de muy mala manera.
Pienso que "El mesías de Dune", una vez disfrutada la sorpresa de "Dune", abre, con sus méritos y sus defectos, una saga que ya sabemos que fue larga (quedaban todavía cuatro libros por publicarse por parte de su autor).
En los siguientes meses, como he dicho, leeré y comentaré "Hijos de Dune", la tercera novela de la colección.
Mi idea es reseñar todas las que escribió Frank Herbert en vida. Las de su hijo Brian no me interesan, la verdad, porque son montones y además componen una explotación descarada de la gallina de los huevos de oro que dejó su padre.
Como conclusión podemos decir que "El mesías de Dune" mantiene la capacidad evocadora y sugestiva de "Dune" y amplía su universo junto con su muestrario de temas de actualidad (tristemente, lo siguen siendo) con coherencia y dignidad, a pesar de lo más irregular de su trama. Recomendable.
De hecho, el propio Frank Herbert dijo que ya tenía escritos muchos de sus fragmentos antes de la publicación de dicha primera novela, de la que es totalmente indisoluble (y posiblemente lo sea de la tercera también, la cual leeré y comentaré en estos próximos meses).
"El mesías de Dune" no es ni tan redonda ni tan sorprendente como "Dune", pero sí que tiene una premisa que me parece absolutamente visionaria en el momento de su publicación, 1969: tras la aventura épica de la primera novela, el imperio de Paul Atreides, conocido ya como Muad'Dib, se ha hecho con la galaxia y ha caído en casi todos los errores que cometía el imperio al que él derrocó, el de la casa Corrino.
¿Se imaginan que tras "El retorno del Jedi" Luke Skywalker y sus amigos la cagan de tal manera que se convierten en nuevos Darth Vader o nuevos Emperadores? ¿Se imaginan que tras "El retorno del Rey" Frodo, Gandalf, Aragorn y sus compañeros crean un nuevo Mordor? Pues ese es el punto de partida de "El mesías de Dune". Rompedor en su momento e incluso hoy.
Más de una década después de "Dune", los Atreides y los Fremen han tomado como he dicho la mayor parte de la galaxia conocida. Paul y su hermana Alia se han convertido en seres divinos idolatrados en todas partes y la religión de los mencionados Fremen se ha transformado en la preponderante.
Hay cosas que han mejorado, como las condiciones del planeta Arrakis, más habitable, pero hay otras que han permanecido igual: el nuevo imperio sigue siendo clasista, la esclavitud sigue existiendo y la pobreza también, y todo además se ha conseguido por medio de conquistas, guerras y masacres y se mantiene en un precario equilibrio gracias a la opresión de las armas y al opio de la religión.
Tras la aventura épica, más habitual en este género o en el fantástico, viene la pregunta que no se plantea demasiado: ¿qué ocurre cuando los "buenos" han ganado y tienen que reconstruir el mundo que han heredado de los "malos"?
Por todo esto, "El mesías de Dune" me resulta extremadamente interesante. Frank Herbert lanza una crítica brutal y despiadada al personalismo, al mesianismo, a las religiones, a las grandes dictaduras de su momento, mientras que siguen presentes asuntos de la primera entrega como la ecología, el capitalismo agresivo o la corrupción.
Si algo destaca en "Dune" es su huida del maniqueísmo, y esto queda perfectamente demostrado en esta segunda novela de su ciclo, que tiene unos personajes llenos de claroscuros morales, tanto los protagonistas (que se han vuelto atormentados, autoritarios, despiadados) como los antagonistas (a los que se puede llegar incluso a comprender en parte a pesar de su perfidia).
La novela se centra más además en la pura intriga política y palaciega; deja a un lado la aventura y las batallas de la primera parte en toda una declaración de intenciones.
Sí que es cierto que su trama no es tan redonda ni tan sorprendente como la de su mencionada precedesora. La obra es bastante corta, extrañamente corta (pienso que esto es porque realmente se trataba de, como dijo Herbert, una recopilación de fragmentos previamente escritos), y tiene sin embargo momentos reiterativos y, sobre todo, un desenlace muy precipitado, cerrado en un "pis-pas" y con varios secundarios despachados de muy mala manera.
Pienso que "El mesías de Dune", una vez disfrutada la sorpresa de "Dune", abre, con sus méritos y sus defectos, una saga que ya sabemos que fue larga (quedaban todavía cuatro libros por publicarse por parte de su autor).
En los siguientes meses, como he dicho, leeré y comentaré "Hijos de Dune", la tercera novela de la colección.
Mi idea es reseñar todas las que escribió Frank Herbert en vida. Las de su hijo Brian no me interesan, la verdad, porque son montones y además componen una explotación descarada de la gallina de los huevos de oro que dejó su padre.
Como conclusión podemos decir que "El mesías de Dune" mantiene la capacidad evocadora y sugestiva de "Dune" y amplía su universo junto con su muestrario de temas de actualidad (tristemente, lo siguen siendo) con coherencia y dignidad, a pesar de lo más irregular de su trama. Recomendable.
lunes, 27 de abril de 2020
THE WITCHER. TEMPORADA I. CAÓTICA, CUTRE Y HECHA SÓLO PARA LOS FANS
THE WITCHER de Lauren Schmidt - De 2019 a 2020 - ("The Witcher")
Tal vez para muchos mi crítica de la primera temporada de "The Witcher" no tenga ningún valor. Lo digo esencialmente porque, todavía, y por falta de tiempo entre otras cosas, no he leído nada de su saga de libros ni tampoco he jugado a ninguno de sus videojuegos.
Sin embargo, creo que, muchas veces, un buen parámetro para medir si una adaptación funciona o no es el dársela a ver a alguien que hasta ese momento no haya tenido ningún tipo de contacto con ella.
De esta forma, se deja o no en evidencia uno de los grandes errores que tienen algunos traspasos de obras literarias a la pantalla: que están hechos para el fan y, sobre todo, que están hechos teniendo en cuenta de antemano que el público conoce bien las obras previas.
"The Witcher", creada por la productora y guionista Lauren Schmidt, es una serie de fantasía épica que adapta las novelas del mismo nombre del escritor polaco Andrzej Sapkowski.
Como profano total en esta saga, tengo que decir esta primera temporada de su serie me ha parecido mala. Mala, además, en muchos aspectos.
Para empezar, creo que su guión, sin ser terrible, tiene un serio problema con el tratamiento de las líneas temporales. No soy el único que lo piensa. Según me han dicho, en los libros se tratan de esta forma también. Tal vez en los libros funcionen: en la televisión, desde luego, no.
Hasta la mitad de la temporada no descubrí cuáles eran estas líneas temporales. E, incluso más allá, me seguían confundiendo. Están francamente mal construidas, mal hilvanadas, mal repartidas.
Hay hechos que no sabes si son del pasado o del presente. El tiempo pasa y no te enteras, porque ni se te da una pista, ni los personajes envejecen lo más mínimo. Yo he llegado, incluso, a confundir a algunos de estos personajes con otros.
A todo esto hay que sumarle que, según me han dicho amigos que son lectores de la saga, esta temporada adapta varios de sus libros... En diez escasos capítulos.
Si estás familiarizado con la franquicia, tal vez te enteres de todo o de, al menos, parte de lo que estás viendo. Si no, no te coscas de casi nada.
Hay lagunas abismales. Personajes secundarios que son importantes para el protagonista pero no sabes por qué. Hechos que se mencionan y que no sabes cuáles son. Reinos y culturas cuyo conocimiento se da por hecho e intrigas políticas que aparecen apenas esbozadas pero que son no solamente importantes para la trama, sino básicas.
Además, hay otros fallos bastante gordos. Desde secundarios que mueren y a nadie le importan un pito hasta momentos clave confusamente rodados pasando por dramas resueltos a toda prisa.
Finalmente, el aspecto técnico no ayuda a que la serie sea más atractiva. Es correcto en lo esencial, pero necesita más presupuesto (y creo que dado que estamos hablando de una de las sagas fantásticas más famosas de la literatura de los últimos años, pienso que había dinero para invertir).
Hay escenarios bastantes cutres (sobre todo los interiores), y algunas luchas brillantes (como la del primer capítulo) se codean con muchas otras muy flojas o directamente torpes.
Hay también batallas en las que no se llegan a contar ni cien extras (y la cámara no se molesta ni siquiera en disimularlo) y una caracterización muy de carnaval de algunos personajes y criaturas (creo que especialmente los elfos están muy mal hechos).
Los actores y las actrices cumplen, eso sí. Ahora bien, tampoco tienen papelones en los que lucirse: el guión es demasiado flojo como para que uno sólo de los personajes se quede en la retina del espectador.
No me quiero cebar con "The Witcher". No soy una persona "hater", en absoluto. Y, por supuesto, veré todas sus temporadas (siempre termino las series, siempre). Pero es que donde no hay nada que rascar, no hay nada que rascar.
Espero que la siguiente batería de capítulos de esta adaptación de libros míticos mejore tanto en lo que se refiere a guión como en lo que se refiere a aspectos técnicos. Lo necesita, y mucho.
Sin embargo, creo que, muchas veces, un buen parámetro para medir si una adaptación funciona o no es el dársela a ver a alguien que hasta ese momento no haya tenido ningún tipo de contacto con ella.
De esta forma, se deja o no en evidencia uno de los grandes errores que tienen algunos traspasos de obras literarias a la pantalla: que están hechos para el fan y, sobre todo, que están hechos teniendo en cuenta de antemano que el público conoce bien las obras previas.
"The Witcher", creada por la productora y guionista Lauren Schmidt, es una serie de fantasía épica que adapta las novelas del mismo nombre del escritor polaco Andrzej Sapkowski.
Como profano total en esta saga, tengo que decir esta primera temporada de su serie me ha parecido mala. Mala, además, en muchos aspectos.
Para empezar, creo que su guión, sin ser terrible, tiene un serio problema con el tratamiento de las líneas temporales. No soy el único que lo piensa. Según me han dicho, en los libros se tratan de esta forma también. Tal vez en los libros funcionen: en la televisión, desde luego, no.
Hasta la mitad de la temporada no descubrí cuáles eran estas líneas temporales. E, incluso más allá, me seguían confundiendo. Están francamente mal construidas, mal hilvanadas, mal repartidas.
Hay hechos que no sabes si son del pasado o del presente. El tiempo pasa y no te enteras, porque ni se te da una pista, ni los personajes envejecen lo más mínimo. Yo he llegado, incluso, a confundir a algunos de estos personajes con otros.
A todo esto hay que sumarle que, según me han dicho amigos que son lectores de la saga, esta temporada adapta varios de sus libros... En diez escasos capítulos.
Si estás familiarizado con la franquicia, tal vez te enteres de todo o de, al menos, parte de lo que estás viendo. Si no, no te coscas de casi nada.
Hay lagunas abismales. Personajes secundarios que son importantes para el protagonista pero no sabes por qué. Hechos que se mencionan y que no sabes cuáles son. Reinos y culturas cuyo conocimiento se da por hecho e intrigas políticas que aparecen apenas esbozadas pero que son no solamente importantes para la trama, sino básicas.
Además, hay otros fallos bastante gordos. Desde secundarios que mueren y a nadie le importan un pito hasta momentos clave confusamente rodados pasando por dramas resueltos a toda prisa.
Finalmente, el aspecto técnico no ayuda a que la serie sea más atractiva. Es correcto en lo esencial, pero necesita más presupuesto (y creo que dado que estamos hablando de una de las sagas fantásticas más famosas de la literatura de los últimos años, pienso que había dinero para invertir).
Hay escenarios bastantes cutres (sobre todo los interiores), y algunas luchas brillantes (como la del primer capítulo) se codean con muchas otras muy flojas o directamente torpes.
Hay también batallas en las que no se llegan a contar ni cien extras (y la cámara no se molesta ni siquiera en disimularlo) y una caracterización muy de carnaval de algunos personajes y criaturas (creo que especialmente los elfos están muy mal hechos).
Los actores y las actrices cumplen, eso sí. Ahora bien, tampoco tienen papelones en los que lucirse: el guión es demasiado flojo como para que uno sólo de los personajes se quede en la retina del espectador.
No me quiero cebar con "The Witcher". No soy una persona "hater", en absoluto. Y, por supuesto, veré todas sus temporadas (siempre termino las series, siempre). Pero es que donde no hay nada que rascar, no hay nada que rascar.
Espero que la siguiente batería de capítulos de esta adaptación de libros míticos mejore tanto en lo que se refiere a guión como en lo que se refiere a aspectos técnicos. Lo necesita, y mucho.
sábado, 25 de abril de 2020
BATMAN 1989. LA PRECIOSA ADAPTACIÓN AL CÓMIC DE LA PELÍCULA DE TIM BURTON
BATMAN de Dennis O'Neal y Jerry Ordway - 1989 - ("Batman: The Official Comic Adaptation")
El "Batman" de Tim Burton supuso una total revolución en el concepto que se tenía a finales de los años ochenta del cine de superhéroes, independiente de que como adaptación fuese más o menos aceptada.
Su versión oscura, adulta, violenta, del hombre murciélago, totalmente alejada de la saga de Superman de Donner y Lester (su referente más directo entonces, pienso), fue demoledora y abrió el camino a otro tipo de estilo en el género.
Las dos películas que Burton realizó de Batman tuvieron sus correspondientes adaptaciones al cómic (y también las dos posteriores de Schumacher).
Eran los ochenta y los noventa, y este tipo de productos solían funcionar muy bien porque los recorridos de las películas en las salas de cine eran más largos que ahora (que son ya cortísimos) y, posteriormente, su salida al vídeo se retrasaba a veces bastante tiempo (y además los VHS eran caros y había que recurrir a los más económicos videoclubs). Añado finalmente el elemento más importante de la ecuación: no había Internet.
El tener la película en un cómic, para poder revisitarla cuando uno quisiese, mientras salía el mencionado y esperado VHS, era uno de aquellos pequeños y encantadores lujos que podían adquirir los niños de estas décadas.
Estas adaptaciones en papel, por supuesto, siempre han sido muy defenestradas. A veces, había desde luego sobradas razones para ello: el guión era un calco del de la película y no siempre se contrataban a dibujantes de calidad.
"Batman 1989" es la adaptación del "Batman" de aquel año. Ha sido reeditado hace no mucho y, la verdad, creo que sí que merece la pena.
El guión era de Dennis O'Neal y el dibujo era de Jerry Ordway, que aquí captaba perfectamente la esencia del filme copiando con encanto a sus actores y sus fabulosos escenarios.
El color, además, se le encargó a Steve Oliff, uno de los pioneros del coloreado por ordenador y fundador de la mítica compañía Olyoptics, que coloreó, valga la redundancia y no sin su polémica, el "Akira" de Katsuhiro Otomo.
El interés de este cómic está, pienso, además de en lo nostálgico o en el elemento coleccionista, en su aspecto gráfico y "técnico". Porque la reedición viene con doble página: una en blanco y negro, la original, y la otra en color. Ambas me parecen una pasada y poder compararlas es una delicia.
En el aspecto argumental, "Batman 1989" es la película que adapta. Novedades, prácticamente ninguna. Omisiones, algunas. Ritmo, muy irregular (a veces va que se las pela). Pero todo esto es parte del encanto.
Como he dicho, las otras tres películas de esta saga que empezó genial con Tim Burton y que se fue vertiginosamente al carajo con Joel Schumacher también fueron llevadas al cómic. La colección se llamó "Batman: The Movies".
No estaría mal que se editasen también los demás. Su valor es el que es, y, en el caso de "Batman Forever" y "Batman & Robin", podemos afirmar que sus guiones son como los de las dos películas: verdaderamente lamentables.
Sin embargo, en lo estético, y viendo imágenes en la red se puede comprobar, son cómics muy bien dibujados y que van más allá, pienso, de ser meramente resultones.
Su versión oscura, adulta, violenta, del hombre murciélago, totalmente alejada de la saga de Superman de Donner y Lester (su referente más directo entonces, pienso), fue demoledora y abrió el camino a otro tipo de estilo en el género.
Las dos películas que Burton realizó de Batman tuvieron sus correspondientes adaptaciones al cómic (y también las dos posteriores de Schumacher).
Eran los ochenta y los noventa, y este tipo de productos solían funcionar muy bien porque los recorridos de las películas en las salas de cine eran más largos que ahora (que son ya cortísimos) y, posteriormente, su salida al vídeo se retrasaba a veces bastante tiempo (y además los VHS eran caros y había que recurrir a los más económicos videoclubs). Añado finalmente el elemento más importante de la ecuación: no había Internet.
El tener la película en un cómic, para poder revisitarla cuando uno quisiese, mientras salía el mencionado y esperado VHS, era uno de aquellos pequeños y encantadores lujos que podían adquirir los niños de estas décadas.
Estas adaptaciones en papel, por supuesto, siempre han sido muy defenestradas. A veces, había desde luego sobradas razones para ello: el guión era un calco del de la película y no siempre se contrataban a dibujantes de calidad.
"Batman 1989" es la adaptación del "Batman" de aquel año. Ha sido reeditado hace no mucho y, la verdad, creo que sí que merece la pena.
El guión era de Dennis O'Neal y el dibujo era de Jerry Ordway, que aquí captaba perfectamente la esencia del filme copiando con encanto a sus actores y sus fabulosos escenarios.
El color, además, se le encargó a Steve Oliff, uno de los pioneros del coloreado por ordenador y fundador de la mítica compañía Olyoptics, que coloreó, valga la redundancia y no sin su polémica, el "Akira" de Katsuhiro Otomo.
El interés de este cómic está, pienso, además de en lo nostálgico o en el elemento coleccionista, en su aspecto gráfico y "técnico". Porque la reedición viene con doble página: una en blanco y negro, la original, y la otra en color. Ambas me parecen una pasada y poder compararlas es una delicia.
En el aspecto argumental, "Batman 1989" es la película que adapta. Novedades, prácticamente ninguna. Omisiones, algunas. Ritmo, muy irregular (a veces va que se las pela). Pero todo esto es parte del encanto.
Como he dicho, las otras tres películas de esta saga que empezó genial con Tim Burton y que se fue vertiginosamente al carajo con Joel Schumacher también fueron llevadas al cómic. La colección se llamó "Batman: The Movies".
No estaría mal que se editasen también los demás. Su valor es el que es, y, en el caso de "Batman Forever" y "Batman & Robin", podemos afirmar que sus guiones son como los de las dos películas: verdaderamente lamentables.
Sin embargo, en lo estético, y viendo imágenes en la red se puede comprobar, son cómics muy bien dibujados y que van más allá, pienso, de ser meramente resultones.
viernes, 24 de abril de 2020
LOS CUATRO FANTÁSTICOS EN EL CINE IV: REINICIAR LA SAGA PARA HACERLA AÚN PEOR
Las dos películas que se rodaron de "Los 4 Fantásticos" en 2005 y 2007 respectivamente fueron por desgracia dos bodrios inmensos que muchos de los fans de los cómics de Marvel odiaron.
¿Era necesario un reinicio de la franquicia? Sí, vale, lo compro. ¿En 2015? Puede ser demasiado pronto con respecto a la secuela de 2007, pero sí que han pasado diez años del estreno de la primera parte: venga, vale. ¿Y puede ser este reinicio peor que sus antecesoras? SÍ. SÍ, SÍ, SÍ y SÍ. Increíble, pero cierto.
"Cuatro Fantásticos", de Josh Trank, un director que hizo un trabajo apañado con la resultona "Chronicle" en 2012, es basura de la peor calaña y supera en infamia a las dos películas anteriores referidas. Sí, créanlo porque es verdad.
Esta "cosa" (no conozco mejor forma de nombrarla) está hecha sin ganas, sin gracia, sin cariño, sin respeto y sin dignidad.
Volvemos a contar oooooooooooootra vez la misma historia de cómo los protagonistas se convierten en superhéroes y su primer combate contra su archienemigo el Doctor Doom.
El guión parece estar escrito en una tarde y por niños de doce años. En serio. No recuerdo diálogos tan malos, pero tan tan tan malos, en mucho tiempo. Todo pasa porque sí y la ridiculez está servida.
Científicos de alta investigación visitando ferias científicas de instituto, cuatro borrachos metiéndose en una máquina que lleva a otra dimensión y que nadie vigila, Sue Storm adquiriendo sus poderes porque un ordenador le explota en la cara (delirante), Reed Richards escapando desnudo de una instalación militar ultrasecreta pero en la que no hay ni un guarda, el Doctor Doom que revienta cabezas a diestro y siniestro y después a los protagonistas les da un golpecito y les deja vivir por la cara para que vuelvan y le paren los pies... Festival de la chorrada y la pamplina. Terrible, de vergüenza ajena.
Por si fuera poco, la película no vale ni como comedia involuntaria. Es aburrida. Aburridísima. Soporífera.
Una primera hora consiste en charlas por pasillos (y qué charlas, madre mía...), chistes tontos (y qué chistes...) y más charlas por pasillos. La segunda, contiene más charlas por pasillos (con los Cuatro Fantásticos ya transformados) y un combate final absolutamente apestoso que se soluciona en cinco minutos de coreografía idiota y predecible. Y fin.
Por cierto que los actores están fatal de tanta desgana, que los efectos especiales son cutres de cojones (pero cutres, con "cromas" de puro producto casero) y que el Doctor Doom es un personaje verdaderamente humillante si se compara con lo que realmente es en los cómics en los que la película se basa. "Cuatro Fantásticos" apesta: es una adaptación denigrante.
Es una pena lo de esta saga de los cómics de Marvel, una de las más torturadas de todas por la falta de respeto de unos productores que sólo quieren dinero y dinero. Espero que cuando pasen al Universo Cinematográfico de Marvel lo hagan con la dignidad que merecen desde 1994.
jueves, 23 de abril de 2020
LOS CUATRO FANTÁSTICOS EN EL CINE III: AHORA, CON SILVER SURFER
Estela Plateada (Silver Surfer) es uno de los personajes más carismáticos, personales e importantes del universo Marvel y uno de los que siempre fue más queridos por Stan Lee y Jack Kirby.
Sin embargo, nunca ha gozado del éxito que se merece, ni en el mundo de las viñetas (donde a pesar de haber protagonizado cómics legendarios ha sido eclipsado por los personajes de otras colecciones más famosas), ni en el de la animación (tuvo su serie en 1998 pero no llegó a ser nada longeva) ni en el del cine, en el que hasta este momento se ha visto obligado a ser la comparsa de Los Cuatro Fantásticos en esta "Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer", secuela del filme de 2005 y de nuevo dirigida por Tim Story.
Hay que decir sin embargo que Estela Plateada, a pesar de que el universo Marvel es un gigantesco "crossover", siempre ha estado bastante unido a este cuarteto de superhéroes y que como secundario da mucho, pero que muchísimo juego en combinación con ellos.
Y hay que decir también que por desgracia, y como esperábamos todos, en esta película sale muy mal parado junto al cuarteto de marras.
¿Qué nos encontramos en esta secuela? Pues lo mismo, lo mismito que en la primera parte: una trama plana y sin alicientes, unos diálogos tontos, unos personajes protagónicos planísimos (se salva algo el propio Estela Plateada, aunque su conflicto no es que sea el culmen de la profundidad), una historia de amor aburrida y ñoña, un duo cómico infumable (La Cosa y la Antorcha Humana llegan a ser extremadamente cansinos) y unos villanos que ni resultan amenazadores ni nada de nada.
Vuelve el Doctor Doom igual de soso que en la primera parte y Galactus, el gran Galactus (un personaje clave de los cómics de Marvel, un devorador de mundos casi invencible) no conserva su forma original de las viñetas, sino que es una suerte de nube negra que se parece misteriosamente a la de la serie "Perdidos" (en 2007 en plena cresta de la ola desde 2004, ¿casualidad?).
Sí que hay algo que mejora en "Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer" con respecto a "Los Cuatro Fantásticos": no es una introducción a los personajes intragable como era aquella y por lo menos se empieza rápido con el conflicto.
Las escenas de acción están también un poquito mejor y no está nada mal la carrera de La Antorcha Humana contra Estela Plateada.
Pero esto no salva, ni de lejos, a la película, que vuelve a ser otra porquería más para la larga lista de adaptaciones horrendas de las aventuras del papel de la casa Marvel que se sucedieron hasta casi el final de la década de los 2000.
La franquicia, para indignación de sus fans, se reinició otra vez (otra vez) en 2015 para que los derechos siguiesen dando vueltas en el ruedo. Demasiado pronto, demasiado descaradamente y, sobre todo, demasiado mal. De esta infamia hablaré mañana.
miércoles, 22 de abril de 2020
LOS CUATRO FANTÁSTICOS EN EL CINE II: EL RETORNO DE 2005, IGUALMENTE HORRIBLE
Bien, ahora sí estamos ante un filme verdaderamente "oficial" de "Los Cuatro Fantásticos". Bien, ahora sí tenemos dinero para unos buenos efectos especiales. Bien, ahora sí tenemos a actores de "primera fila" para dar vida a los personajes. Bien, ahora sí tenemos recursos para caracterizarlos. Y mal: se nos olvidó contratar al guionista.
"Los Cuatro Fantásticos", reiniciada en condiciones en 2005, once años después de aquella cosa tan horrible y a la vez tan mítica que ni llegó a nacer comercialmente en 1994, tiene exactamente los mismos defectos que dicho engendro fílmico.
Porque volvemos a tener una interminable introducción de los personajes y de su universo y no precisamente al estilo de "Batman Begins" (es pesadísima y lentísima), porque volvemos a tener una historia lineal y simple en el peor de los sentidos, porque volvemos a tener unos diálogos estúpidos, porque volvemos a tener unos personajes planísimos, porque volvemos a tener un humor vergonzante y porque volvemos a tener unas escenas de acción sin nada destacado.
¿Que ahora está todo muy bien envuelto? ¿Que ahora tenemos a Jessica Alba como La Mujer Invisible y a Chris Evans como La Antorcha Humana? ¿Que los demás actores no son tampoco unos desconocidos de tercera fila? ¿Que el acabado es muy espectacular visualmente hablando? Sí, pero el resto es lo mismo, lo mismito que tuvimos en "Los Cuatro Fantásticos" de 1994.
La película, dirigida por Tim Story, un mediocre realizador de comedias y filmes familiares, se dedica a llevar al espectador de un lado a otro sin demasiado criterio mientras se desenvuelve una historia de amor bastante tópica y otra centrada en la lucha del bien contra el mal todavía más tópica.
Y de fondo, La Cosa y la Antorcha Humana se dedican a "amenizar" la función como secundarios cómicos con chistes de vergüenza ajena.
El villano de turno tampoco ayuda; un flojo y poco carismático Doctor Muerte que debería de estar al nivel de malvados como Magneto de los "X-Men" o El Duende Verde de "Spiderman" y que no provoca ni un mínimo respeto.
En fin: una pena de película, un infame truño con todas las letras. ¿Nos quedamos con esta o con la de 1994? Pues no sé, no sé, señoras y señores: esta por lo menos no daña a los ojos en su visualidad, de acuerdo, pero es que lo repito: argumentalmente son LO MISMO.
Y encima, hubo una secuela igual de mala en la que también se cargaron vilmente a Estela Plateada y a Galactus, otros personajes míticos del universo Marvel.
martes, 21 de abril de 2020
LOS CUATRO FANTÁSTICOS EN EL CINE I: EL MISTERIOSO BODRIO DE CULTO DE 1994
"Los 4 Fantásticos", uno de los grupos superheróicos clave de la casa Marvel junto a "Los Vengadores" y los "X-Men", ha sido por desgracia uno de los más damnificados en sus diversas apariciones en el cine.
La primera de ellas, este comentado filme de 1994, es un despropósito consciente realizado a toda leche sólo para mantener unos derechos sobre sus personajes.
Las dos siguientes fueron dos películas que, ya estrenadas en 2005 y 2007, tuvieron un aspecto técnico acorde a su época y unos efectos especiales decentes pero que, por desgracia, eran igual de malas en lo que a trama se refiere.
Y luego, hubo otro nuevo "reboot" en el más reciente año 2015 que, contra todo pronóstico, fue capaz de ser todavía peor (todavía peor) a nivel argumental que sus antecesoras (increíble pero cierto).
Hay toda una leyenda urbana alrededor de esta película de Los 4 Fantásticos de 1994 y lo que he encontrado en internet es variado y se contradice, aunque sí hay un punto en común en todos los foros, blogs y páginas dedicadas al cómic que hablan de ella: el productor del filme, el fallecido en 2011 Bernd Eichinger, tenía los derechos de los personajes de Marvel y quería conservarlos a toda costa (de hecho, él también produjo la nueva saga que empezó en 2005).
Por ello, rodó, asesorado por Roger Corman (experto en rodar en tiempo récord cualquier cosa), esta porquería de serie B (serie B tirando muy para abajo) que se completó en un mes pelado y mondado y que nunca iba a ser estrenada en las grandes salas (el objetivo era "demostrar" que se había realizado la película y que los derechos no se podían perder por ello para, posteriormente, dejarla inédita y que fuese olvidada lo más pronto posible).
Al parecer, el elenco tanto actoral como técnico de este "Los 4 Fantásticos" no sabía nada de esto e incluso llegó a dar ruedas de prensa en festivales de cine y cómic.
Finalmente, la compañía del filme anunció que nunca se llevaría a las salas y la película sólo se comercializó unos cuantos días en unos cuantos videoclubs para ser rápidamente retirada y eliminada del mundo.
Pero, ¿qué pasó? Pues lo que casi siempre pasa en estos casos: que se convirtió en una película de culto.
Porque era inédita, por su ajetreada y curiosa historia y por lo malísima y bochornosa que era también. Y al final, siempre quedaba alguna copia por ahí suelta: el dueño de algún videoclub que la conservó, alguno de sus actores o técnicos que también guardó alguna, algún freakie que se la grabó para su colección.
El boca a boca mantuvo con vida a lo largo de los años a esta "Los 4 Fantásticos" de 1994 y las copias proscritas acabaron circulando por los eventos y las tiendas de cómics. Y voilá: leyenda urbana al canto y, como he dicho, película de culto al canto.
Por supuesto, cuando llegó Internet, ya todo el mundo pudo acceder a ella porque los que tenían las copias se apresuraron a colgarla.
Algo parecido pasó con las otras dos películas de superhéroes de Marvel proscritas: "El Vengador" (el Punisher que protagonizó Dolph Lundgren a finales de los ochenta) y el horrendo "Capitán América" de 1990. De ellas hablaré otro día.
De esta primera versión de "Los 4 Fantásticos" hay que decir poco: que su historia es estúpida, que su ritmo es infumable (con una introducción eterna), que sus personajes y sus diálogos dan vergüenza ajena, que sus efectos especiales son terribles, que su vestuario y sus escenarios son todavía peores y que tiene escenas que son de pura comedia involuntaria (esa Antorcha Humana parando el rayo mortal que va a la velocidad de la luz a última hora es para troncharse).
La película es de esas que son exclusivamente para ver acompañado de amigos en estado de ebriedad o colocón. Si no, es absolutamente interminable.
Mañana, hablaré de la versión de 2005, y el jueves de su secuela. Posteriormente, el viernes, reseñaré el remake de 2015. Todas ellas, a nivel de guión por lo menos, son igual de lamentables que ésta, como he dicho, y aunque parezca increíble.
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