sábado, 22 de enero de 2022

EL GRAN SALTO. UNA OBRA MAESTRA EN SU DÍA DENOSTADA DE LOS HERMANOS COEN

EL GRAN SALTO de Joel e Ethan Coen - 1994 - ("The Hudsucker Proxy")

Muy injustísimamente denostada en su día, "El gran salto" (horrenda traducción al español, una vez más) es una de las mejores películas de los hermanos Joel e Ethan Coen y una obra maestra que no desmerece de otras grandes anteriores como "Muerte entre las flores" y la inclasificable "Barton Fink" y de otras grandes posteriores. 

Cachondeándose de las clásicas y demasiadas veces azucaradísimas y ñoñas películas moralistas de "ascenso y caída y reascenso de un hombre hecho a sí mismo" que suelen ensalzar el Sueño Americano en marcos como el navideño (el más socorrido por lo fácil que es manipular sentimientos en estas fechas), los Coen narran una suerte de parodia de estas películas que homenajea además a clásicos como "Ciudadano Kane" de Orson Welles o las cintas de Frank Capra. 

En un mundo de estética de dibujos animados donde los rascacielos se estiran como el chicle y las oficinas son orwellianas, un absolutamente maravilloso Tim Robbins (en el que es uno de los más enormes papeles de su carrera) llega a la gran ciudad desde un pueblo de los USA profundos dispuesto a comerse el mundo con un invento que no es otro que el famoso "Hula Hop" y, como es completamente idiota, es vilmente utilizado por unos malvados accionistas de corte "dickensiano" para que dirija como un pelele la empresa que ellos pretenden manipular. 

Y aquí paro: sólo digo que la película es tan delirante como emotiva, tan absolutamente chorra como sin concesiones en sus críticas al capitalismo agresivo y a la falacia del mencionado Sueño Americano.

Porque bajo un envoltorio que puede parecer desenfadado y esperpéntico a secas, "El gran salto" lanza ataques a todos los flancos: al mencionado capitalismo salvaje, a los mercados financieros, al periodismo sensacionalista, al clasismo y al elitismo, a la corrupción, a los adictos al trabajo, al ansia por escalar como sea en la pirámide social y pisoteando a cualquiera que aparezca por medio. 

Pocas películas de los hermanos Coen presentan además un collage de influencias tan variado como ésta, y miren que los Coen aman estos collages: la estética es de cómic y de dibujo animado clásico, los referentes van más allá de los mencionados y tocan a otros clásicos contemporáneos del filme como "Brazil" de Terry Gilliam, hay cómo no un toquecito de cine negro en lo visual y hay escenas de absoluta antología como la presentación del protagonista, el desarrollo de su romance, su absolutamente chorra redención, la aparición del particular "Señor Scrooge" del filme (qué personaje, mamma mía) y, sobre todo, ese inolvidable combate final del bien contra el mal con ese "ángel" y ese "diablo" tan delirantes. 

No se puede olvidar, por supuesto, el papel de los secundarios: porque si Tim Robbins está maravilloso, Jennifer Jason Leigh está completamente brillante y lo mismo se puede decir de Paul Newman. 

"El gran salto" es, sin ninguna duda, una de las obras maestras definitivas de los hermanos Coen: el paso del tiempo la ha puesto en su sitio, desde luego.

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