martes, 16 de marzo de 2021

EL ARMA DEFINITIVA. UN MANGA TAN INTERESANTE COMO MACHISTA Y RANCIO

EL ARMA DEFINITIVA de Shin Takahashi - De 2000 a 2001 - ("Saikano")

"El arma definitiva" es un manga muy particular y, también, pienso, muy irregular. Ambas cosas van bastante unidas en este caso, en mi opinión: está tan lleno de méritos como de defectos.

Shin Takahashi, aunque en Japón es muy conocido, en España no ha gozado de la expansión que según muchos aficionados se merece. Salvo esta obra comentada, que fue publicada aquí hace casi veinte años, no ha tenido grandes éxitos. 

Él es además, según he leído, uno de los primeros autores de manga que mezcló, cuando muy pocos lo hacían todavía, el dibujo artesanal con los gráficos generados por ordenador. 

Su estilo es, por otra parte, bastante particular: suele alternar constantemente viñetas o incluso páginas enteras con trazo simple (o directamente suelto) y sin apenas fondos con otras cargadas de detalles. Lo realista y lo oscuro se dan la mano constantemente con lo sencillo o incluso con lo paródico.

Esto afecta también a su trama, o, por lo menos, a ésta en concreto: en momentos absolutamente dramáticos, de repente cambiamos a personajes deformes que hacen pamplinas y que aligeran un poco la tensión. No es nada nuevo para quien tenga la costumbre de leer mangas, pero sí que en este autor este recurso está especialmente acusado.

"El arma definitiva" es un cómic sombrío y oscurísimo. El dibujo engaña: es uno de los cómics más tenebrosos, tristes, deprimentes e incluso desagradables que he leído en bastante tiempo. Es trágico, fatalista, descorazonador. Sí, aunque no lo parezca en un primer vistazo.

La trama mezcla la historia romántica con el género bélico y la ciencia ficción. Dos jóvenes que van al instituto empiezan a salir y su relación está condenada porque ella, Chise, es un arma humana casi invencible que es utilizada por el ejército de Japón para ganar una guerra indefinida, de la que no se sabe mucho, y en la que el país está sumido.

El planteamiento es original. Takahashi además es ambicioso: traza un retrato brutal y sin concesiones de los desastres de las guerras, de los horrores de las armas y de la capacidad destructiva del ser humano para consigo mismo y para con su propio mundo.

Hasta aquí todo genial. El primer problema es que el autor no equilibra bien los dos hilos de la trama. ¿Por qué? Porque lo que prima es la historia romántica de los protagonistas, mientras que el entorno bélico, que creo que es el más interesante, queda muy desdibujado (y con muchas incógnitas abiertas).

Sí, es cierto que "El arma definitiva" es un manga esencialmente romántico, y eso queda claro desde un principio. Sin embargo, el autor también deja igualmente claro que el contexto en el que se mueve es igual de importante, y lo desarrolla mucho menos. A veces, parece incluso una excusa para que la historia de amor se siga extendiendo.

Para colmo, esta mencionada historia de amor no es interesante por repetitiva y resulta hasta indignante. ¿Por qué? Vamos con el segundo problema del cómic: porque es machista y rancia hasta la médula. Estamos en los años 2000 y 2001. No sé cómo eran los jóvenes de Japón entonces, pero desde luego Takahashi los retrata de una forma que chirría, y mucho.

Shuji, el chico de la relación, es un auténtico capullo que trata a su novia, la mencionada Chise, con la punta del pie. Luego, después de comportarse como un imbécil, se pone para colmo paternalista. Y ella se come tranquilamente, e incluso con buen humor y cachondeo, todo esto.

El resto de los personajes son muy parecidos: ellas son sufrientes y ellos son machotes. Las escenas de sexo, algunas muy tórridas, están también marcadas por estos patrones. Algunas incluso acaban rozando la pura violación (y lo peor es que es algo que está totalmente aceptado).

Hablo de un cómic que tiene ya veinte años. No sé cómo serán los adolescentes japoneses de hoy, pero si eran así entonces, darían bastante miedo. Todo esto por lo hablar de la loca cultura del "tener pareja" a toda costa que se promueve en la trama. La concepción del amor de Takahashi, por lo menos en esta obra, es absolutamente tóxica, llena de culpabilidad, de sentimientos de vergüenza, y esta concepción empantana a las demás relaciones (incluso las de amistad son en parte así).

Es cierto que Shuji evoluciona, pero a pesar de esta evolución no deja de ser el machista que es. Incluso a principios de la década de los 2000 esto no habría sido aceptado en muchos países occidentales, o por lo menos quiero pensar que así sería.

Me ha recordado todo esto mucho a "Video Girl Ai" y "Video Girl Len" de Masakazu Katsura, las cuales leí el año pasado, y las cuales me trajeron idénticas sensaciones (están ambas comentadas en este blog).

"El arma definitiva" alterna momentos fantásticos, brutales, sangrientos, de puro horror bélico y humano, con otros de amor tóxico que se erigen como los protagonistas finales de toda la trama y que son además los menos interesantes. El contraste entre adicción lectora y aburrimiento es constante.

Lo peor es que en el desenlace, cuando todo empieza a mejorar (se vuelve oscuro, oscurísimo, en serio, como no se puede ni imaginar cuando se empieza a leer el cómic), se quedan muchas incógnitas abiertas y se tiende mucho más a lo simbólico y alegórico y al olvido del contexto general político y social, el más, insisto, interesante.

Es una lástima lo de "El arma definitiva". En Japón es muy famosa (por supuesto, tuvo su anime) y aquí, entre quienes la conocen, es bastante apreciada, pero a mí me parece una obra irregular, lastrada por una concepción muy rancia de las relaciones amorosas y por una trama romántica sin grandes alicientes que se come a su otra gran trama. Altibajo total de principio a fin.

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