BLACK PANTHER de Ryan Coogler - 2018 - ("Black Panther")
Sin entrar en la polémica de si debería o no estar nominada a los Oscar, "Black Panter", siendo muy fallida, me ofrece, a mi por lo menos, un soplo de aire fresco en un sentido: no es una maldita comedia.
La fórmula, comercialmente exitosa pero artísticamente desastrosa en según qué contextos, de la saga de "Guardianes de la Galaxia", fue en 2017 explotada hasta la saciedad. Las tres películas de este "crossover" que se estrenaron a lo largo de aquel año fueron esencialmente comedias: "Guardianes de la Galaxia. Vol II", "Spider-Man: Homecoming" (un poco menos pero también) y "Thor: Ragnarok" (ésta especialmente me parece una cinta infame por todo lo que ya expliqué ayer de ella).
"Black Panter" tiene muchos fallos, pero por fin en un largo tiempo no abusa de chascarrillos, ni de chistes malos, ni de secundarios cómicos numerosos y atosigantes, ni de buenrollismo de manual, y mantiene un tono esencialmente serio durante todo el metraje.
Desgraciadamente, no cumple tampoco en su conjunto final y no es una buena película. Ryan Coogler cuida mucho la colorista ambientación (que ha tenido sus críticas por su etnicismo africano exagerado, considerado racista por algunos grupos) y trata de proponer una historia en la que el bien y el mal están separados por una línea muy fina y en la que los personajes tienen claroscuros y varias escalas de grises. Lo consigue en parte, pero mete la pata al final.
Los protagonistas principales de "Black Panther" no son un dechado de profundidad, pero el villano de la función, Erik Killmonger, es extremadamente interesante, tiene un conflicto más que notable como punto de partida y representa una concepción moral más que inesperada en una película de superhéroe individual de Marvel (en la mayoría de ellas, los malos de la función son flojos y desdibujados para no entorpecer al carisma del héroe, lo cual creo que es un tremendo error).
Como he dicho, desgraciadamente todo se va al garete cuando, tras ponernos el caramelo en la boca, se destapa como otro villano más del montón y sus objetivos se simplifican y se adaptan a la moralidad simplona del bien y del mal para contentar a todos los públicos.
Terrible y decepcionante; muy, muy mal. Pero bueno, es lo que hay. Y claro, ya la película se va al garete. Por esto y por más cosas.
"Black Panther" no es un bodrio, pero tampoco es, ni de lejos, ninguna maravilla. Como he dicho, tiran vilmente al villano, lo más interesante, a la basura. Y los protagonistas son muy planitos, y los secundarios más. Los diálogos no son nada del otro mundo pero tampoco son vergonzantes, y se agradece como he dicho que no haya humor más allá del justo y necesario.
Pero la trama no cumple, y no sólo por su enemigo principal desperdiciado, sino porque tras presentar otras cuantas ideas interesantes (que daban para, por ejemplo, analizar las relaciones entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo), todo termina en otra batallita más de buenos contra malos que culmina en un combate más que visto y en una colección de efectos especiales resultones y ya.
No es de lo peor que ha hecho Marvel en su universo conectado, pero tampoco es de lo mejor. No indigna, pero tampoco es recordable, y salvo ampliar ligeramente el mundo de este superhéroe, uno de los menos conocidos de la compañía por cierto (se agradece que se salga de los habituales Vengadores básicos), no aporta nada a las demás películas.
Ni buena ni mala: mediocre pero entretenida, pero también lastrada por lo que pudo ser y no fue. Una verdadera lástima es el caso de "Black Panther".
La fórmula, comercialmente exitosa pero artísticamente desastrosa en según qué contextos, de la saga de "Guardianes de la Galaxia", fue en 2017 explotada hasta la saciedad. Las tres películas de este "crossover" que se estrenaron a lo largo de aquel año fueron esencialmente comedias: "Guardianes de la Galaxia. Vol II", "Spider-Man: Homecoming" (un poco menos pero también) y "Thor: Ragnarok" (ésta especialmente me parece una cinta infame por todo lo que ya expliqué ayer de ella).
"Black Panter" tiene muchos fallos, pero por fin en un largo tiempo no abusa de chascarrillos, ni de chistes malos, ni de secundarios cómicos numerosos y atosigantes, ni de buenrollismo de manual, y mantiene un tono esencialmente serio durante todo el metraje.
Desgraciadamente, no cumple tampoco en su conjunto final y no es una buena película. Ryan Coogler cuida mucho la colorista ambientación (que ha tenido sus críticas por su etnicismo africano exagerado, considerado racista por algunos grupos) y trata de proponer una historia en la que el bien y el mal están separados por una línea muy fina y en la que los personajes tienen claroscuros y varias escalas de grises. Lo consigue en parte, pero mete la pata al final.
Los protagonistas principales de "Black Panther" no son un dechado de profundidad, pero el villano de la función, Erik Killmonger, es extremadamente interesante, tiene un conflicto más que notable como punto de partida y representa una concepción moral más que inesperada en una película de superhéroe individual de Marvel (en la mayoría de ellas, los malos de la función son flojos y desdibujados para no entorpecer al carisma del héroe, lo cual creo que es un tremendo error).
Como he dicho, desgraciadamente todo se va al garete cuando, tras ponernos el caramelo en la boca, se destapa como otro villano más del montón y sus objetivos se simplifican y se adaptan a la moralidad simplona del bien y del mal para contentar a todos los públicos.
Terrible y decepcionante; muy, muy mal. Pero bueno, es lo que hay. Y claro, ya la película se va al garete. Por esto y por más cosas.
"Black Panther" no es un bodrio, pero tampoco es, ni de lejos, ninguna maravilla. Como he dicho, tiran vilmente al villano, lo más interesante, a la basura. Y los protagonistas son muy planitos, y los secundarios más. Los diálogos no son nada del otro mundo pero tampoco son vergonzantes, y se agradece como he dicho que no haya humor más allá del justo y necesario.
Pero la trama no cumple, y no sólo por su enemigo principal desperdiciado, sino porque tras presentar otras cuantas ideas interesantes (que daban para, por ejemplo, analizar las relaciones entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo), todo termina en otra batallita más de buenos contra malos que culmina en un combate más que visto y en una colección de efectos especiales resultones y ya.
No es de lo peor que ha hecho Marvel en su universo conectado, pero tampoco es de lo mejor. No indigna, pero tampoco es recordable, y salvo ampliar ligeramente el mundo de este superhéroe, uno de los menos conocidos de la compañía por cierto (se agradece que se salga de los habituales Vengadores básicos), no aporta nada a las demás películas.
Ni buena ni mala: mediocre pero entretenida, pero también lastrada por lo que pudo ser y no fue. Una verdadera lástima es el caso de "Black Panther".
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