SNATCH. CERDOS Y DIAMANTES de Guy Ritchie – 2000 – (“Snatch”)
A pesar de que su anterior cinta “Lock and Stock and Two Smoking Barrels” cosechase un gran éxito tanto de público como de crítica, fue “Snatch” la película que terminó de hacer famoso internacionalmente a Guy Ritchie, una nueva comedia negra que repetía totalmente la fórmula de la anterior pero que, a pesar de no ser ya algo original, divertía, y mucho.
Un grupo de personajes extravagantes de toda clase y condición ven sus caminos cruzados por un malévolo azar y han de sobrevivir a circunstancias extremas aliándose, engañándose, traicionándose o asesinándose entre ellos. Tras muchas carreras y muchos disparos dicho azar les hace la jugarreta final y los malentendidos precipitan la más delirante de las catarsis.
El resto es lo que vimos en el anterior filme: una trama hábilmente retorcida y desordenada y vuelta a ordenar cimientada en un estilo efectista y muy videoclipero y en un cortante montaje, un ritmo frenético, unos diálogos ágiles y efectivos desternillantes y una colección de escenas violentísimas y por momentos incluso sádicas y hasta surrealistas vistas desde el humor negro más desprejuiciado y canalla.
Su guión está magistralmente ensamblado y está lleno de inventiva, sobre todo en el aspecto de las situaciones en las que sumerge a sus personajes.
Las actuaciones de su acertadísimo reparto, en total estado de gracia, también ayudan: son todas geniales, especialmente la de un Brad Pitt soberbio que derrocha carisma a raudales. Una pequeña joyita de la comedia negra. Para ver con muchos amigos en una tarde de cervezas y risas.
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