LO IMPOSIBLE de Juan Antonio Bayona - 2012 - ("The Impossible")
Siempre defendí "El Orfanato" de Juan Antonio Bayona, que también fue en su día bastante criticado por su cierta condición de "pastiche" del género del terror y de las casas encantadas, pero no defiendo la segunda película del director español, esta "Lo imposible".
Basada en la historia real de una familia española cuyos cinco miembros sobrevivieron a aquel terrible tsunami que destrozó las costas de parte del Sudeste Asiático en 2004, la película comienza de forma notable con un absolutamente genial despliegue de efectos especiales (el inicio es verdaderamente espectacular) para terminar sumergiéndose en la búsqueda a toda costa de la lágrima forzada.
Sus méritos los tiene: para empezar, Naomi Watts está simplemente soberbia en su papel (Ewan McGregor cumple pero queda eclipsado por ella) y los niños no lo hacen nada mal.
También hay que decir que los mencionados efectos especiales son una maravilla, el despliegue escenográfico es apabullante y la crudeza está bien dosificada.
Pero, por contra, también hay que decir que los diálogos no son buenos y que vienen muy precipitados buscando el dramatismo a toda costa (por ejemplo, no me creo a ese niño que minutos después del desastre le grita a su madre que su familia ha muerto y que no hay esperanza: no le ha dado tiempo todavía a perder la esperanza, pero es más efectista que la pierda de golpe) y que este mencionado dramatismo se sustenta en muchísimas escenas metidas con calzador (cuando la madre desaparece y el niño se queda solo los médicos no le dan ninguna explicación de forma absurda sólo para que el público sufra con la soledad gratuita del niño), mientras que la música emotiva es abusiva y rimbombante y busca marcar en todo momento cuándo el espectador ha de llorar y cuando no.
Por otra parte, es cierto que la historia que narra el segundo filme de Bayona fue real, y créanme que no desprecio nunca una película por hacer alardes de optimismo, que es muy necesario en la vida, pero lo que sí que pido es que el optimismo esté bien cimentado y que represente bien una cierta realidad, y en "Lo imposible" nos limitamos a ver la bonita aventura de una familia realmente afortunada y que, como tenía dinero, fue evacuada.
La mayoría de las personas que sobrevivieron a aquel terrible suceso en 2004 perdieron por lo menos a algún ser querido, mientras que (y esto es tal vez lo más grave) miles de tailandeses pobres perdieron familias enteras, hogares, cosechas y medios de subsistencia; ellos no están representados en el filme, cuyo optimismo final termina pecando de facilón y simplón por lo tremendamente acotado que está.
"Lo imposible" es una cinta visualmente impecable, espectacular, exquisita en su retrato de la brutalidad de una catástrofe natural, pero su trama es como mirar por la mirilla de una puerta y ver sólo un uno por ciento de un todo terrible y descorazonador.
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