miércoles, 13 de enero de 2021

JAMES BOND CONTRA GOLDFINGER. LA SAGA ALCANZA LA CUMBRE DE SU ESENCIA

JAMES BOND CONTRA GOLDFINGER de Guy Hamilton - 1964 - ("Goldfinger")

Estrenada en el año de la muerte de Ian Fleming, que no pudo verla en las salas, “James Bond contra Goldfinger” se erige, junto a “007 contra Dr.No” y junto a la en su día injustamente despreciada “007 al Servicio Secreto de Su Majestad” como la mejor película de toda la primera etapa de la saga del espía británico por excelencia (las siete primeras) y como uno de los títulos míticos de todo su ciclo de aventuras. 

En este caso, Bond aparca su investigación de la organización criminal SPECTRA para enfrentarse al único villano de su mencionada primera etapa que no pertenece a ella: Auric Goldfinger, uno de los más míticos de toda la saga y uno de los más conocidos, imitados y parodiados. 

El filme que nos ocupa, dirigido por Guy Hamilton, que se estrenaba en la franquicia y que se transformaría en uno de los directores habituales de 007 (Terence Young fue descartado por pedir más dinero de la cuenta –aunque volvió a ser elegido para hacerse cargo de “Operación Trueno”-), retoma la fórmula aventurera de aires de serie B y de ciencia ficción pulp de “007 contra Dr. No” y la afianza definitivamente: el suspense, la acción frenética, el romance, el erotismo y el humor cínico (por supuesto y por desgracia cargado de una misoginia galopante) se dan cita equilibradamente en una trama de espionaje interesante desde el primer momento y divertidísima que además cuenta con unos personajes inolvidables (los que verdaderamente terminan de dar brillo a esta excelente película de aventuras).

A los ya tradicionales Bond, M, Q y Moneypenny se les une (de nuevo) un muy carismático Felix Leiter (ahora Cec Linder) como aliado del espía, una genial “chica Bond” (Pussy Galore) que mantendrá una ambigua relación con 007 y que viene interpretada maravillosamente por Honor Blackman y dos “chicas Bond secundarias” que aportan una pequeña subtrama de venganza a la trama principal (Shirley Eaton y Tania Mallet).

Pero, sobre todo, destacan dos villanos que son sencillamente geniales: el mencionado Auric Goldfinger, al que da vida un soberbio Gert Fröbe (ese magistral actor alemán que protagonizó “El cebo” de Ladislao Wadja o “El huevo de la serpiente” de Ingmar Bergman), amante de ahogar a sus enemigos en oro o de intentar castrarlos con un láser (lo intenta con Bond en una antológica escena pulp muy desprejuiciadamente cachonda) y su mano derecha Oddjob (Harold Sakata), un oriental obeso con un arma delirante: un sombrero boomerang que cercena cabezas. 

Por desgracia, como he comentado, “James Bond contra Goldfinger” sigue la línea machista de sus antecesoras: las chicas Bond únicamente sirven para tener sexo con el protagonista o para estorbar a los hombres o bien, siendo fuertes, resultan también ser unas frígidas hastiadas (el personaje de Honor Blackman, aunque tiene mucho carisma y es mítico, no deja de ser, básicamente, esto: una frígida amargada y, además, de aires lésbicos vistos como algo negativo desde un punto de vista totalmente homófobo). 

Dejando esto a un lado y recordando siempre que estamos todavía en el año 1964 con la horrenda moral del año 1964, la tercera aventura de James Bond es una maravilla del cine de entretenimiento.

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