El noveno clásico oficial de Walt Disney es esta "película-paquete" ideada originalmente para ser un largometraje pero dividida en dos medios con dos historias diferentes debido a la crisis que el estudio atravesaba en los años cuarenta.
Las dos historias están unidas por una excéntrica y hoy en día algo siniestra fiesta de cumpleaños de una niña, la actriz infantil del momento Luana Patten.
Los únicos asistentes a su fiesta son el cómico y ventrílocuo de moda Edgar Bergen y dos de sus habituales muñecos, Charlie McCarthy y Mortimer Snerd y, también, un todavía más desubicado Pepito Grillo, que se pone hasta a cantar una canción descartada de la película "Pinocho".
La escena surrealista (¿Dónde están los padres de la niña? ¿No tiene amigos de su edad? ¿Qué hace de fiesta con un ventríluco de mediana edad, unas marionetas y un grillo parlante?) y llena de chistes para niños que hoy no tienen mucha gracia articula los dos cortometrajes que contiene la obra: uno es aburrido y el otro excelente.
LAS AVENTURAS DE BONGO
"Las aventuras de Bongo" es el primero de ellos, y narra la historia de un oso que escapa del circo (de un tren sospechosamente parecido al de "Dumbo") y que encuentra una nueva vida en el bosque con los osos libres como él, aunque también se enfrenta a un oso malvado por el amor de una osa.
El corto, simplemente animado con solvencia, guarda el habitual mensaje de Disney de buen trato a los animales que vimos en la mencionada "Dumbo" o que veríamos después en "La Dama y el Vagabundo" o "101 Dálmatas" pero es, sencillamente, aburrido: no tiene sorpresas, sus gags humorísticos funcionan a medias, es predecible y sus escenas no llaman la atención (hay otra por cierto en el bosque que recuerda algo también a "Blancanieves y los Siete Enanitos").
"Las aventuras de Bongo" da toda la impresión de ser una idea desechada en el estudio que quedó para un corto y que al final por las circunstancias del momento terminó siendo un medio muy normalito y "para rellenar" en tiempos de crisis.
MICKEY Y LAS JUDÍAS MÁGICAS
Muy diferente es la excelente "Mickey y las Judías Mágicas", que narra el clásico cuento de "Jack y las Habichuelas Mágicas" pero protagonizado por el ratón Mickey, el pato Donald y el perro (o lo que quiera que sea) Goofy.
El trío de personajes, posiblemente el trío más famoso de la compañía de Walt Disney, resulta divertidísimo en todo momento, y equilibra a la perfección la pura aventura (más encarnada en Mickey, que hace el papel del "valiente más serio") y el humor (más a cargo de Donald y Goofy).
Juntos se enfrentan a un gracioso gigante a través de escenas divertidísimas y bien ideadas y mejor animadas que las de "Las aventuras de Bongo" (los decorados del castillo en las nubes son una delicia, así como la animación de la planta creciendo o de los utensilios del mundo gigantesco en el que se sumergen los personajes).
Esta película, como conjunto (y como prácticamente las seis películas-paquete de Disney de los años cuarenta a excepción de la para mi redonda "La Leyenda de Sleepy Hollow y El Señor Sapo") es irregular porque la introducción que articula las historias es completamente gratuita y no aporta nada (está exclusivamente destinada a aprovechar el tirón de uno de los marionetistas más famosos de aquellos años) y porque la primera de sus historias es muy floja, pero merece la pena sólo por disfrutar de la segunda, que como he señalado es excelente en todos los aspectos.
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