lunes, 2 de septiembre de 2019

JUAN MUÑOZ MARTÍN, EL MAESTRO QUE ENSEÑÓ A LEER A GENERACIONES


A veces, a la mal llamada "Literatura para niños", se la ha ignorado tanto, tanto, que autores como Michael Ende, Roald Dahl o hasta Lewis Carroll o Carlo Collodi han sido arrinconados y condenados a una suerte de ostracismo.

Ha llegado ya septiembre y, estas primeras semanas del mes, siempre recuerdo cómo, en la niñez, tocaba prepararse para el comienzo del curso y cómo uno de los libros que había que comprar para leer durante el trimestre solía ser de Juan Muñoz Martín.


Este escritor ha cumplido este año los noventa, y creo que a veces permanece en un extraño limbo, fuera del reconocimiento, que es del todo injusto.

Repitan conmigo: la Literatura es Literatura. Fin. Y que a priori esté orientada a los más pequeños no significa que no guarde mensajes para los adultos.

Los libros de este autor madrileño, extremadamente humilde, que fue cuarenta años maestro de escuela (de este oficio sacó inspiración para sus historias: de observar a sus alumnos), fueron las primeras experiencias literarias de muchas, muchas generaciones.


Los que crecimos en los ochenta y en los noventa, leímos bastantes de sus pequeñas novelas. Y muchas de ellas también, releídas hoy, siguen desatando sonrisas y hasta carcajadas. Y otras tantas tienen algún asunto más serio de lo que parece por ahí rampando.

Juan Muñoz Martín ha creado innumerables personajes delirantes y ha escrito más de cincuenta libros. Entre ellos están Baldomero el Pistolero, que parodiaba el western clásico, el comisario Nazario, que hacía lo propio con el thriller, o el rey visigodo Sisebuto, que dirigía una alocada corte de brutos bárbaros.


Pero sus dos más famosos son, sin ninguna duda, el pirata Garrapata y Fray Perico. El primero es un pirata desastroso con una tripulación todavía más desastrosa. El segundo, es un fraile que vive en un convento que también es un desastre absoluto.

Los mundos de Juan Muñoz Martín beben de la parodia, del cachondeo que propician los lugares comunes de los géneros literarios y cinematográficos. Y él sabe hacerlos verdaderamente divertidos.


El pirata Garrapata es un pirata lamentable que vive aventuras absurdas a lo largo de todos los mares y países míticos, desde Egipto hasta China pasando por Japón o la India. Fray Perico es un monje que la lía parda diariamente entre sus hermanos y que vive hechos históricos como la Guerra de la Independencia contra los franceses.

La Historia es un punto clave en varias de las obras de Juan Muñoz Martín. Se inspira en hechos reales que enseña a los niños, aunque muchas veces los pase por el filtro de la fantasía y hasta del surrealismo.


Otro punto que sorprende, siendo literatura como dicen "para niños", de algunas de sus novelas, es la crítica a la guerra y, en general, a toda forma de violencia.

Esto se puede ver en una de sus obras más celebradas: "Fray Perico en la guerra". Fray Perico es pacifista y no comprende por qué los franceses están tan empecinados en quedarse en España por la fuerza y, tampoco, por qué los españoles están tan fritos por darse de leches con ellos.


Él, nacido en 1929, vivió la Guerra Civil Española cuando era un niño, y bien pronto tuvo claro que toda contienda es algo brutal, venenoso y absurdo.

Creo que hay que reivindicar a autores como Juan Muñoz Martín, este hombre incansable que nunca, nunca ha dejado de escribir, ni siquiera tras jubilarse como profesor. Merece mucho, mucho más reconocimiento del que por desgracia tiene.


No hay comentarios:

Publicar un comentario