Escritor. Creador de la tira cómica "Coaching para esclavos". Cinéfilo, melómano y superdotado con TDAH. Hablo por aquí de películas, series, libros o cómics que me gustan. También estoy en Twitter (@torres_criado), en IG (josetorrescriado) y en Bluesky (@josetorrescriado.bsky.social).
martes, 2 de julio de 2019
CICLO TOY STORY II: EL PERFECTO RETORNO
Planeada en un principio, al parecer, como secuela directa al mercado del videoclub, "Toy Story II", que por suerte fue llevada al cine, vuelve a tener todos los elementos de la primera entrega, y mejorados incluso: aunque ya no es una sorpresa, su humor es todavía más inteligente, su animación más perfecta y sus escenas de acción más delirantes y divertidas.
John Lasseter repite tras la dirección junto a Lee Unkrich (que debuta en el largo en Pixar con esta película y que dirigiría su tercera entrega) y Ash Brannon (que también debuta en el largo en el estudio y que posteriormente dirigió "Locos por el surf").
La película, con los personajes ya sobradamente presentados en la primera parte, se dedica a desarrollarlos más y a entregar más aventuras y más gags, que en esta ocasión vienen dedicados en gran parte al cine clásico de ciencia ficción (los hay que parodian a "2001. Una odisea del espacio", a "Star Wars", a "El Planeta de los Simios", a "Godzilla"...).
Los nuevos personajes, por otra parte, están cuidadísimos y vuelven a ser una explosión de carisma y, además, enriquecen todavía más el mundo de los juguetes y en especial el de Woody: Jessie y su caballo son su complemento perfecto y los dos villanos, Stinky Pete y el Emperador Zurg, parodias ambos del malvado cuatrero típico de los westerns y de una suerte de Darth Vader respectivamente, son inmejorables.
Queda además, por supuesto, la fábula que ya vimos en el filme de 1995: la fábula sobre el abandono y sobre los temores de los juguetes, cuya vida pierde todo el sentido cuando no están cerca de los niños o las niñas a los que aman. La metáfora es, como en toda la saga, bastante ambigua, pero también es bastante abierta, y creo que eso es lo que se busca: la identificación clara y directa.
Estas emociones, una vez más, están tratadas con una coherencia y una madurez sin par que hacen que los mencionados juguetes sean humanísimos, que todos podamos identificarnos con ellos sin ningún problema.
"Toy Story II" es todo un ejemplo de lo que debe ser una buena secuela: más y mejor en todos los aspectos. Y por suerte el nivel seguiría en alza en sus siguientes dos entregas.
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