Independientemente de que en sus últimos años se comportase como una diva antipática y borde y se convirtiese en una suerte de "payasa" carne de cañón de los por otra parte siempre crueles medios de comunicación, Amy Winehouse me parece una figura capital de la música de esta década y de la anterior.
Los dos únicos discos que grabó son una maravilla, y el segundo, "Black is Back", es una auténtica obra maestra que se ganó, muerte terrible de su creadora aparte, un lugar instantáneo en la historia de su estilo y de la música en general.
Estamos ya muy cerca del octavo aniversario de su fallecimiento y creo que es un buen momento para recuperar este fantástico documental.
El 23 de julio de 2011 fue encontrado alrededor de las 16.00 horas el cuerpo sin vida de Amy Winehouse en su apartamento de Londres y ahí nació, para bien y para mal, la leyenda. No es la primera ni será la última.
Las muertes violentas o a causa de excesos o de crueles enfermedades en el mundo del arte y en el de la música en particular lanzan fuera del olvido para siempre a quien las padece. Charlie Parker, Kurt Cobain, Janis Joplin, Bob Marley, Freddie Mercury, Jimmy Hendrix, John Lennon, Michael Jackson, Brian Jones, Jim Morrison... Y Amy Winehouse.
"Amy" es un excelente documental que todo fan de un artista necesita, que pretende esclarecer por qué dicho artista llegó a ser lo que llegó a ser y por qué, también, llegó a terminar, desgraciadamente, como llegó a terminar.
"Amy" está construido sobre imágenes y vídeos de archivo que hasta ese momento de 2015 estaban inéditos muchos de ellos. Vídeos familiares, de amigos, de compañeros de trabajo y de la propia Winehouse se unen a entrevistas y conforman lo que fue la vida de la artista, polémica siempre, brillante en la música, pero también salpicada de dramas personales y grandes frustraciones.
La familia de la cantante puso al parecer el grito en el cielo y especialmente su padre, que se quejó por haber aparecido retratado como "el villano de la película".
Acusaron también a este documental de explorar el lado más negativo de la fallecida estrella: sus problemas emocionales y sus adicciones a las drogas y al alcohol.
Sin embargo, Amy Winehouse es eso mismo: problemas emocionales y adicciones. Están presente en sus canciones, en sus dos discos.
Ella misma hablaba siempre de todo esto, de todo este horror que condicionaba su vida y que acabó con ella. Y las imágenes y las declaraciones que aparecen en la cinta son reales.
Asif Kapadia rueda un documental excelente desde mi punto de vista, perfectamente documentado (valga la redundancia), sentido, con ritmo, y que no deja escapar ni la parte oscura ni tampoco la luminosa de la pobre chica genial y atormentada que lo protagoniza. Muy recomendable.
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