HIERBA de Keum Suk Gendry-Kim - 2017 - ("Pul")
La surcoreana Keum Suk Gendry-Kim lleva décadas creando cómics entre Francia, donde estudió y donde ha vivido muchos años, y su país natal, pero ha sido con "Hierba" cuando se ha visto lanzada a la gran fama. Y no es para menos: estamos ante una obra absolutamente estremecedora que rescata la voz de las supervivientes de uno de los horrores más monstruosos de la ya de por sí monstruosa Segunda Guerra Mundial.
Creado en 2017, "Hierba" narra cómo la propia autora se cita con una anciana llamada Lee Ok-Sun para que ésta le narre su brutal experiencia como "Mujer de consuelo" de los soldados japoneses: el eufemismo se usaba para llamar a las esclavas sexuales de este ejército.
Lee Ok-Sun fue secuestrada en 1942, cuando tenía 16 años, y llevada a China con otras jóvenes coreanas como ella para que, encerradas en barracones de campos de trabajo, fuesen violadas por los mencionados militares nipones.
Es curioso porque "Hierba" no hace dramatismos ni fuerza nada: simplemente la propia protagonista de este horror va contando su historia, muchas veces despojada incluso de todo sentimiento, pero a nosotros, a quienes la estamos leyendo-escuchando-viendo, nos pone los pelos de punta, nos sumerge en el puro terror.
Keum Suk Gendry-Kim lo dibuja todo con un trazo simple, infantil a veces, pero muy expresivo, y se apoya en escenarios vaciados y muy a menudo en viñetas silenciosas reveladoras (muchas de paisajes naturales hostiles llenos de simbolismo).
La Corea en la que tuvo que vivir Lee Ok-Sun, pobre hasta lo miserable y sitiada por los mencionados japoneses, se contrapone a la Corea del Sur contemporánea de la autora, que ha vivido ya en una democracia desde su infancia.
A la vez, se tratan en el cómic otros asuntos de la época como la guerra en sí, siempre terrible, la pobreza extrema (la protagonista no tenía ni para comer en su casa y por eso, de forma indirecta, acabó siendo secuestrada) y el proceso brutal de asimilación cultural forzada al que Japón intentó someter a Corea y a China, cuyas identidades trató de borrar a toda costa usando la violencia más extrema y cambiado incluso los nombres de sus habitantes por nombres japoneses.
Siempre se han tratado más en la ficción, pienso, las crueldades de los alemanes y los italianos durante la mencionada Segunda Guerra Mundial, que las de los japoneses, que se internaron en un enloquecido fervor militarista fanático que les terminó a ellos mismos destrozando y humillando de la peor manera.
"Hierba" de Keum Suk Gendry-Kim es un cómic necesario. Es un ajuste de cuentas implacable con la memoria de una de las peores atrocidades de una época de constantes atrocidades y una de las irónicamente menos conocidas hoy en día. Una obra maestra que juzgo imprescindible.
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