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viernes, 26 de enero de 2024

RANMA ½. UNA DESCACHARRANTE COMEDIA SLAPSTICK DE ARTES MARCIALES

RANMA ½ de Rumiko Takahashi - De 1987 a 1996 - ("Ranma Nibun no Ichi")

Posiblemente sea "Ranma  ½" el manga más famoso de Rumiko Takahashi, una de las autoras más importantes del cómic japonés y nombre tan clave en este arte que es conocida como la "Reina del manga". 

Alumna de la escuela del gran Kazuo Koike, prolífica y siempre variada, ha tocado todo tipo de estilos y de temáticas: desde obras cómicas a fantásticas pasando por creaciones románticas o cotidianas. Su carrera es enorme y sigue activa y mangas como el que hoy comentamos, "Maison Ikkoku" o "InuYasha" son clásicos indispensables.

"Ranma  ½", creada en 1987, cuando Takahashi ya era bastante conocida por obras como "Lamu" o la referida "Maison Ikkoku", es un shonen de artes marciales, género muy popular en los años ochenta y noventa en Japón, destinado a los adolescentes supuestamente pero con un retrato humano de vilezas cotidianas agudísimo y una muy considerable mala leche. 

Un grupo de personajes capitaneados por Ranma Saotome y Akane Tendo, hijos ambos de padres maestros de artes marciales que quieren comprometerlos para que se casen y mantengan el nombre de su dojo y de su estilo de lucha, viven en la misma casa en un barrio de Tokyo en el que comparten instituto, amigos y enemigos.

El tema general es el amor, que es parodiado en sus vertientes más intensitas y exageradas: muchas chicas del manga están enamoradas de Ranma y muchos chicos de Akane, y todos estos personajes son a cada cual más loco y estrafalario.

Pero hay algo más: varios de estos caracteres, incluido el propio Ranma, se han caído a un manantial mágico de China que les ha maldecido con el problema (a veces ventaja) de, cada vez que se mojan con agua fría, convertirse en otra persona o animal (mujer, oso panda, cerdo, gato, pato...) y no poder volver a su estado hasta que se mojan con agua caliente.

"Ranma  ½" es un manga de enredos amorosos con trazas de aventura y con capítulos que no tienen temática amorosa y que son ya puramente surrealistas. Es una sitcom de artes marciales alocada en la que los personajes, que evolucionan poco o muy lentamente, repiten sus roles una y otra vez y chocan unos contra otros una y otra vez hasta acabar destruyéndolo todo.

Rumiko Takahashi es una maestra del humor absurdo y enloquecido, del "slapstick" de peleas, y nos regala una historia desternillante tras otra y un personaje desternillante tras otro (muchos sólo están de paso: otros serán habituales en la serie) y una escena rocambolesca tras otra en la que la destrucción se cuela fuera de las viñetas.

Hay algunos momentos más serios, en los que se hablan de sentimientos amorosos o materno-filiales, pero son menos abundantes y suelen ser los que delimitan pequeñas sagas que marcan un antes y un después en la evolución de la trama, que como he dicho avanza poco (uno de los pocos "pero" que le pongo al manga).

De hecho, entre esos pocos "peros" incluyo un desenlace bastante precipitado, que cierra todo casi de golpe y en el que faltan por despedirse bastantes personajes básicos. He echado de menos además más historias importantes para el conjunto general del argumento y una trama general que no estuviese tanto tiempo detenida. Son, no obstante, sólo dos defectos pequeños que le encuentro al cómic y que tal vez sean muy personales.

Los personajes de "Ranma  ½", lo mejor que tiene el manga, son una explosión de carisma y forman parte de la historia del medio en Japón y de su cultura popular. Son del todo inolvidables. Y, no obstante, muchos pueden resultar verdaderamente antipáticos: Rumiko Takahashi hace un retrato humano de muchas vilezas, egoísmos o directas maldades cotidianas en las que nos podemos reconocer. 

El propio Ranma llega a ser en muchas ocasiones un engreído idiota, y ya no hablemos de caracteres como su padre Genma, Shampoo, Kuno, Nabiki, Mus o Happossai. Incluso los que tienen un fondo más bondadoso, como Akane o Ryoga, meten la pata en toda su humanidad y en todos sus miedos (exagerados como en toda buena comedia). Eso es, pienso, lo que hace grande a "Ranma  ½", que viene a ser desde mi punto de vista una suerte de "El Chavo del Ocho" o cómic de Bruguera ambientada en Japón y con artes marciales de por medio.

Sí hay cosas que han envejecido muy mal en la obra, eso hay que decirlo también: se publicó entre 1987 y 1996 y la sociedad mundial y japonesa era muy diferente a la actual. Hay pasajes homófobos y tránsfobos en el manga. Los hay, porque toda obra es en parte producto de su época (salvo las que están muy, muy avanzadas a ella).

Hay también, no obstante, críticas descacharrantes a la masculinidad tóxica y frágil de los hombres del mencionado Japón de su momento e igualmente a la feminindad tóxica y frágil de las mujeres. Eso está igualmente en un cómic que, por su trama, juega constantemente con los géneros y sus tópicos, a veces sin acierto y a veces con acierto.

Queda mencionar el dibujo simple pero precioso, inconfundible y carismático, de Rumiko Takahashi. "Ranma  ½" es un manga mítico y lo es de forma merecida. Por supuesto, generó anime, películas, videojuegos e infinidad de merchandising. Espero que caigan más obras de su autora en mis manos para poder comentarlas en el blog.

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