EL CONDE DE MONTECRISTO. UNA VERSIÓN MAGNÍFICA DEL CLÁSICO DE DUMAS

EL CONDE DE MONTECRISTO de Mathieu Delaporte y Alexandre de la Pantellière - 2024 - ("Le Comte de Monte-Cristo")

Con sus licencias creativas y con sus cambios con respecto a la novela, esta nueva versión francesa de "El Conde de Montecristo"  del habitual dúo creativo conformado por Mathieu Delaporte y Alexandre de la Pantellière me ha parecido magnífica en todos los aspectos. 

Hace poco estos autores se han encargado, además, de adaptar para la pantalla la hasta este momento bilogía de "Los tres mosqueteros" de Martin Bourboulon, así que vienen ya bien entrenados en la obra de Alejandro Dumas.

Su versión, una gran superproducción, se toma sus tres horas (que nunca se hacen pesadas, ni siquiera lentas) en adaptar, dividiendo la acción en capítulos, el libro mítico de Dumas. Todo funciona en ella.

Para empezar, tenemos una trama que, como he dicho, nunca pierde el ritmo a pesar de la larga duración de su metraje y que desglosa perfectamente la historia de injusticia y de venganza original planteando sus siempre actuales e interesantes dilemas morales y filosóficos sobre figuras como la mencionada venganza, la redención, la justicia y la injusticia y el abandono de la gente por parte de Dios (el asunto religioso, mucho más presente en la novela, es el que queda aquí no obstante más apartado, y puedo entender la licencia porque hoy en día la religión ha quedado reducida a un ámbito muy personal y no está ya, por suerte, en el marco central de los asuntos humanos).

Los dos directores saben hundirnos en la angustia y el horror de la mentada injusticia que vive su protagonista y, a la vez, captar perfectamente el espíritu de thriller y de aventura que la historia tiene. La fusión de géneros, presente en el escrito original, está perfectamente recreada.

Luego, tenemos un reparto fantástico: Pierre Niney está excelente como Edmundo Dantés (y eso que se pasa gran parte de la película disfrazado y aún así brilla) y todo el resto de actores y actrices que le acompañan (montones, la película es a veces casi de personaje coral) están igual de geniales. Todo el mundo destaca y tiene carisma, incluso en los papeles más breves.

Para terminar, la ambientación y la representación históricas son una pasada: los escenarios (naturales e interiores), las ropas, la caracterización, los vehículos... Todo es esplendoroso, realista, detallista, precioso.

Puedo decir que esta versión de "El Conde de Montecristo" es de las mejores que se han hecho sobre el inmortal personaje de la literatura francesa (y las hay muchas y muy buenas previamente, ojo). Cien por cien recomendable.