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lunes, 12 de febrero de 2024

TIBURÓN. SPIELBERG ENTRA EN LA HISTORIA CON UNA OBRA MAESTRA DEL TERROR

TIBURÓN de Steven Spielberg - 1975 - ("Jaws")

Con "Tiburón" Steven Spielberg entra de lleno en la fama definitiva: entra con un taquillazo veraniego que hizo historia, con la producción que más recaudó hasta la llegada de "Star Wars", con numerosos premios y con una obra que fue instantáneamente un clásico de culto que se quedó para siempre en el imaginario colectivo popular.

Basada en la novela homónima (realmente la película se llama "Jaws") de Peter Benchley, que colaboró en el guión, "Tiburón" narra la historia de una pequeña localidad costera y turística de los USA, Amity Island, que es asolada por un gigantesco tiburón blanco que ha de ser cazado por el sheriff local, un oceanógrafo y un cazatiburones veterano.

Tanto el gigantesco escualo como el trío protagonista, interpretado por Roy Scheider, Richard Dreyfuss y Robert Shaw son míticos, así como su inolvidable banda sonora de John Williams (con ese tema principal que pone los pelos de punta) y montones de escenas.

Steven Spielberg delinea las claves de la amenaza en un prólogo estremecedor y pasa a exponer el ambiente del pueblo seguidamente, un pueblo totalmente pendiente de su temporada de verano, que trae mucho dinero, y que por ello se resiste (especialmente su alcalde) a cerrar sus playas hasta que el tiburón haya sido cazado. 

La lectura social es simple y directa pero efectiva, y está de plena actualidad todavía (tal vez incluso más) en estos tiempos de turismo mundial enloquecido y masificado donde lo que se busca es hacer dinero como sea y a cualquier precio.

No en vano, el propio Spielberg y Carl Gottieb, el guionista, describieron a "Tiburón" como una mezcla de "Moby Dick" de Herman Melville con "Un enemigo del pueblo" de Henrik Ibsen. La intencionalidad social está bien patente, y con ella, algo muy de Spielberg, el triunfo del hombre modesto e íntegro en una sociedad podrida (con montones de interpretaciones dentro de este concepto: desde las que lo acusan de conservador por tratarse éste de un agente de la ley blanco a todo lo contrario por ser el alcalde, un político, el verdadero villano). 

Los caracteres de Matt Hooper y Quint, interpretados por Dreyfuss y Shaw, que son dos bombas de carisma, ofrecen a este protagonista dos idiosincracias diferentes que le sirven de contrapeso en direcciones opuestas.

"Tiburón" es terror del bueno, del que explota hasta prácticamente el final lo que se sabe que está ahí pero no se ve. Los problemas que Spielberg tuvo con el escualo mecánico, que propiciaron retrasos, los supo resolver utilizando la sugerencia y sirviéndose de la banda sonora de Williams: pienso que esto fue finalmente casi lo mejor que podría haber pasado, porque la película es absolutamente estremecedora y una verdadera bomba de tensión (y de acción cuando todo estalla).

Escenas para el recuerdo tiene miles: el inicio salvaje, el ataque en la playa abarrotada, la exploración submarina, los momentos intimistas de Brody con su familia, la presentación estrafalaria de Quint y, por supuesto, el combate final en ese barco que es pura angustia, puro horror, pura catástrofe y pura acción frenética.

"Tiburón" fue un bombazo absoluto de taquilla que trajo tres esperables secuelas en las que ya no estuvo tras las cámaras Steven Spielberg. Ni una sola de ellas le llegó a la suela de los zapatos (y mañana empezaré a comentarlas también aquí en el blog, una por día).

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