CISNE NEGRO de Darren Aronofsky - 2010 - ("Black Swan")
No es que me parezca un mal filme en absoluto, pero creo que "Cisne Negro" es inferior a otros grandes dramas del director como "Réquiem por un sueño", "El luchador" o la recién estrenada "The Whale", las que para mi son sus obras maestras indiscutibles.
Aronofsky vuelve, una vez más, a su tema predilecto, a retratar lo que hasta ahora ha retratado en todas sus obras en mayor o en menor medida: la degeneración y la caída de un individuo, asunto central también en mayor o menor grado de "Pi", de "El árbol de la vida", de "Mother" y hasta de "Noé".
Tras las drogas, la lucha contra la enfermedad de un ser querido y el fracaso vital tenemos ahora la frustración (o las frustraciones) de una bailarina fantástica pero aplastada por el exceso de trabajo y por una madre ultraprotectora y enfermiza.
Natalie Portman está impresionante, tanto como lo estaba ese Mickey Rourke "resucitado" de la mencionada "El luchador": Aronofsky sabe dirigir como nadie a sus actores y actrices y lo vuelve a demostrar sobradamente.
Portman está, de verdad y como he dicho, absolutamente impresionante: se come la pantalla con su mirada, con sus bailes (realizados por ella en el 80 por ciento del metraje) y con su total aspecto de desvalida emocional y eclipsa completamente a grandes secundarios como Barbara Hershey, Mila Kunis o Vincent Cassel.
"Cisne Negro" es una película de horror psicológico que ha sido comparada con obras como la "Repulsión" y "El quimérico inquilino" de Roman Polanski, y Aronofsky y el propio reparto del filme no lo han negado.
La cinta es, desde luego, un excelente ejercicio, como he señalado, de "drama degenerativo", el asunto al que el director no para de volver y volver y que trata con precisión y limpieza, combinando perfectamente el realismo propio del mejor drama con la atmósfera más malsana pero nada efectista, y tratando consecuentemente y sin obviedades gruesas ni tópicos las frustraciones laborales, sexuales, familiares y sociales de la sufriente bailarina que interpreta Portman, una chica demasiado joven para soportar la despiadada presión de un mundo artístico precioso de cara al público pero entre bambalinas deshumanizado, aprovechado y delirantemente exigente, un mundo donde no hay amigos y donde sólo importa triunfar por encima de todo.
Sigo pensando a pesar de todo que, siendo un buen filme y a pesar de su absolutamente apoteósica interpretación principal, "Cisne Negro" es inferior a "Réquiem por un sueño", a "El luchador" y a "The Whale", que pienso que tienen mejores personajes y que narran historias más interesantes a pesar de beber del mismo asunto central.
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