JOHN WICK: CAPÍTULO III. PARABELLUM de Chad Stahelski - 2019 - ("John Wick: Chapter III: Parabellum")
"John Wick: Capítulo III: Parabellum" es ya un delicioso disparate. Sí, es eso, un disparate, como lo podían ser sus dos antecesoras en mayor o en menor medida, pero ya a lo grande, a lo gigante, a lo cachondo y descarado.
Aquí ya hay, directamente, más asesinos que "personas" en el mundo. El mendigo, el camarero, el taxista: todo dios es un asesino. Se riza el rizo de lo rocambolesco y se profundiza en esta desprejuiciada y divertida sociedad de sicarios y se hace además sin prejuicios de ninguna clase.
Y, sin embargo, a pesar de todo esto, la película funciona porque a nivel de escenas de acción es una pasada. Pero una jodida pasada. Ya no es sólo que las coreografías sean espectacularmente delirantes, frenéticas, divertidísimas, vertiginosas: es que son bellas, muy bellas casi todas. El filme tiene estilo. Y un estilazo.
Vale que la trama es como he dicho un absoluto disparate, sí. Vale que es todo tan delirante que llega a ser casi absurdo. Pero la línea brillante de todo, la violencia vistosa, las escenas que parecen sacadas de un videojuego de lucha y algunas coñas muy negras verdaderamente magníficas hacen que esta tercera entrega de las aventuras del invencible asesino de Keanu Reeves sea una auténtica delicia para toda aquella persona que sepa lo que va a ver: acción preciosa y muchos homenajes a su género hechos con cariño. Y, además, el universo de esta saga se va a seguir expandiendo. Va a haber cuarta parte segura. A disfrutar.
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