VENOM: HABRÁ MATANZA de Andy Serkis - 2021 - ("Venom: Let There Be Carnage")
Hay películas que, hoy por hoy, no entiendo cómo llegan a salir en las circunstancias artísticas en las que salen. Una de ellas es "Venom". Otra, esta secuela suya que hoy comento.
"Venom" fue una de esas jugadas extrañas en los bailes de derechos que permitió que este villano existiese, como punto de partida, en un mundo absurdo en el que estaba él solo, sin Spider-Man, sin otros superhéroes, sin otros supervillanos.
Para esta segunda película, el mencionado baile de derechos, que ha seguido adelante, le ha permitido ya entrar en el actual Universo Cinematográfico de Marvel (que es donde pienso que debería haber estado desde un principio).
Y bueno, sinceramente, no entiendo cómo se pueden rodar hoy en día cosas como ésta. Independientemente de que todo esto fuese en su inicio una jugada cutre para hacer un universo marvelita aparte para sacar dinero y fin, toda película creo que se merece, por lo menos, tratar de ser buena.
"Venom" era una infamia que descendía a los niveles de los Batman de Joel Schumacher, de "Catwoman", de aquellas varias películas que surgieron en los años 2000 mal hechas para pasar la gorra de varios superhéroes que no se merecieron aquellos productos ("Daredevil", "Elektra", "The Punisher", "Los 4 Fantásticos" y su secuela, "Motorista fantasma" y su secuela...).
"Venom: Habrá matanza" es más de lo mismo y hasta un poco peor, lo que ya es decir. Da igual que Andy Serkis esté ahora con la batuta de la dirección. Da exactamente igual porque es la misma porquería que su antecesora.
Nuevo villano y poco más. Esquema de "buddy movie" y comedia sin gracia. Y oigan, que a Venom le pega la comedia, pienso, pero la comedia negra e irónica, no una colección de chorradas sin sentido y sin ninguna gracia.
Porque el humor de esta película da aún más vergüenza ajena que el de la primera. Porque los gags son estúpidos y los diálogos dan pena. Y porque las actuaciones son penosas. Tom Hardy está terrible, como lo estaba en la anterior película, y Woody Harrelson es un despropósito de antagonista. Los dos se basan en tics, en tópicos, en caras descolocadas, en gracietas bochornosas. Dos actorazos como la copa de un pino tirados a la basura.
Los secundarios no se quedan atrás: los que repiten y los nuevos. Naomie Harris como Grito está especialmente para echarle de comer aparte: al nivel de Hardy y Harrelson.
Y el guión... Pues bueno, es lineal y tontorrón y está salpicado de los lamentables golpes cómicos mencionados. Tópico, predecible, abrupto, soporífero. No hila fino en absolutamente ninguno de sus momentos. Ni en los más supuestamente importantes.
Hasta las escenas de acción y los efectos especiales han perdido calidad. Se ve todo cutre, como un pastiche, sin estilo. A años luz de la visualidad de las últimas películas de Marvel y de DC en todos los aspectos.
Y queda finalmente la manera en la que este Venom entra en el UCM, que es de lo más improvisado, desganado y salchichero que he visto en bastante, bastante tiempo en una película de este género. Terrible. Todo mal. Fatal. Espero que ya que el personaje va a estar en el mencionado universo compartido se le de un lavado de cara y una vuelta de tuerca, porque no se merecía este maltrato infecto.
Primera vez que un personaje memorable como Carnage está en un live action, y lo arruinaron. Pésima, la película. Ya ni ganas quedan de ver lo siguiente que harán.
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