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viernes, 22 de febrero de 2019
BATMAN: LA LEGO PELÍCULA. LA COMEDIA DE SUPERACIÓN DEL HOMBRE MURCIÉLAGO
"Batman: La LEGO Película", segunda entrega de este particular universo de Lego que empezó en 2014 es, como su antecesora "La LEGO Película", una pequeña maravilla entrañable, divertidísima, y llena de homenajes a tutiplén (más que la primera parte, incluso).
En un tono de comedia y de parodia de los filmes de autosuperación, "Batman: La LEGO Película" presenta a un Batman engreído, insoportable y pagado de sí mismo que, a pesar de salvar Gotham City una y otra vez de toda clase de amenazas, en su intimidad no es más que un niño grande mimado y solitario.
Pasamos algunos de los códigos habituales de una historia que en su base podría ser de Walt Disney a un superhéroe de DC Cómics y los representamos con las constantes este universo: no nos dejamos a ningún supervillano, ni a ningún compañero de Batman, ni tampoco a otros superhéroes como Superman, Flash o Linterna Verde.
El pastiche lo envolvemos con las mencionadas piezas de LEGO y hacemos una nueva comedia de aventuras fantástica, con escenas de acción cargadas de imaginación, con efectos geniales, llena de ritmo y que conjuga perfectamente el humor, la ternura, un poquito de drama, las referencias constantes a la cultura superheróica y de más allá en todas sus facetas y los gags inteligentes, que son muchos y muy variados.
Chris McKay, uno de los tres directores de la primera entrega, hace una labor excelente, y consigue que una típica historia sobre la importancia de la familia (ya la familia se entiende como las personas que uno elige para compartir su vida) se vuelva completamente atípica.
Una vez más, se toma un punto de partida a priori absurdo o descaradamente hecho para vender merchandising, pero se le da una vuelta de tuerca para hacer algo no solamente digno, sino dignísimo. Digo lo mismo que dije ayer: así, da gusto que a uno traten de venderle muñecos.
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