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martes, 26 de marzo de 2019

EL NIÑO GUSANO. LA METAMORFOSIS POR HIDESHI HINO


Hideshi Hino es, sin discusión, uno de los más grandes maestros del terror no sólo del manga, sino del cómic mundial. Su estilo naif pero de aires deformes, de un realismo desnudo e infantil, y sus historias monstruosas, perturbadoras, le han colocado en este podio merecido.

Director de cine también, y actor ocasional, nació en la China ocupada y tuvo que volver apresuradamente con su familia a Japón tras el fin de la Segunda Guerra Mundial por temor a las represalias de la población subyugada. Su abuelo era un yakuza y él es coleccionista y "mantenedor" de espadas japonesas y practicante de artes marciales. Una vida interesante y particular.


Tal vez su obra más conocida sea "El niño gusano". O la más publicada, por lo menos. Y lo merece, porque es un cómic grandioso, repulsivo y revulsivo, único y atrapante como pocos.

Muchos han comentado que esta obra es un retrato de terror puramente surrealista que no tiene intenciones sociales. No estoy de acuerdo. En "El niño gusano", al igual que en otras creaciones de Hino, late una crítica a la sociedad capitalista y ultracompetitiva que surgió en su país tras el fin de la mencionada Segunda Guerra Mundial.


Un niño marginado, que odia el colegio y su propia casa y que sólo desea pasar tiempo con los animales, sus únicos amigos, se empieza a transformar poco a poco en un gusano y es despreciado por la sociedad, empezando por su propia familia.

El homenaje a "La metamorfosis" de Franz Kafka está servido: comparte no solamente el asunto central, sino también el abandono del protagonista por parte de los suyos, su pérdida de la voz humana, la piedad inicial de su hermana, el egoísmo de su padre, que hasta intenta asesinarlo.

"El niño gusano" es otra una radiografía de la persona que no puede adaptarse a la sociedad y que termina como un "bicho raro". Aquí, todo elevado a la enésima potencia.


Hideshi Hino nos lleva por un camino infernal y rocambolesco de sangre, pus, transformaciones grotescas, violencia y brutalidad que no hace concesiones. Sin embargo, lo peor es la soledad. Peor que el dolor, que las vísceras, que la fealdad, es la pérdida de todos los lazos humanos del protagonista.


Su padre va a ser ascendido en su empresa, su hermano mayor tiene que estudiar para ser otro "gran hombre", su hermana pequeña se echará un novio y se casará... Y un gusano gigante en casa es una amenaza para todo esto. El sentido del deber japonés para con la colectividad se acaba transmutando en un profundo egoísmo presa de la hipocresía social más descarnada.

"El niño gusano", sobrecogedora, demoledora, tristísima pero a la vez inmensamente lúcida y bella es una de las obras de terror de las viñetas que todo el mundo debería leer por lo menos una vez.


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