LAS EUMÉNIDES de Esquilo - 458 a.c. - ("Las Euménides")
Con "Las Euménides" se cierra "La Orestíada" y el ciclo de venganzas sangrientas en la casa de los Atridas iniciado en "Agamenón". Las diosas de la referida venganza dan ahora su nombre a la obra y persiguen a Orestes, atormentándolo por su matricidio. Ellas son también en esta ocasión el coro.
Estamos ante una tragedia curiosa: cambia de escenario en su segunda mitad y pasa del santuario de Delfos a la ciudad de Atenas. Pasa la acción de un lugar de plegarias a los dioses a un lugar de juicio popular y racional (en el que también participan no obstante dichos dioses, uniéndose a los humanos en sus votos, lo que justifica el mensaje de la obra también desde el punto de vista divino).
Orestes, perseguido por las Euménides, transita por ambos escenarios y en el ateniense, en la roca del Areópago, donde el tribunal de los homicidios de la ciudad celebraba sus sesiones, es juzgado y salvado por la comunidad. Se deja así atrás de una vez por todas la concepción de justicia basada en la venganza primitiva y salvaje, tribal y atrasada, que respondía a un acto brutal con otro acto brutal. Esquilo lanza su arenga final a favor de esta justicia eminentemente ateniense basada en la razón y en la participación ciudadana, más moderna y avanzada, y propia de la Era de Pericles.
Ojo: hay una misoginia delirante en la resolución final del referido juicio, ya que el dios Apolo convence a la diosa Atenea de que en un matrimonio el hombre es más importante que la mujer para perdonar el asesinato de Orestes ejecutado contra su madre. Estamos en la Grecia Antigua: a pesar de los avances sociales de los que estamos hablando, seguía siendo ésta una sociedad profundamente machista, clasista y hasta bárbara según nuestros ojos actuales.
No obstante, continuamos encontrando aún más avances sociales en el hecho de que las Euménides aceptan el veredicto y se comprometen a ser jueces benignas (su nombre original, Erinias, es cambiado por Euménides, que significa "benignas" precisamente) en Atenas a partir de este momento (con lo cual el mundo antiguo queda asimilado al moderno y progresista). Además, Atenea declara que los empates en un juicio deben ser resueltos en beneficio del acusado porque la misericordia debe prevalecer sobre la severidad. El concepto es revolucionario en su tiempo.
Aparte de esto, "Las Euménides" es una de las tragedias griegas más siniestras y violentas que se conservan. Es oscura, sangrienta, casi una obra de terror, y presenta el lado más atroz de ya de por sí atroz mitología griega. Leo incluso que en su estreno en las Fiestas Dionisias del 458 a.c. en Atenas la representación provocó auténtico pavor y que hasta una mujer embarazada llamada Neera murió de la impresión.
Queda terminada "La Orestíada", la única trilogía del teatro griego antiguo que se conserva completa, y mediante la cual Esquilo cantó a unos tiempos que estaban cambiando. Las historias se repiten, y la lucha por la razón en contra del oscurantismo de raíces rancias y violentas es un tema que desde la Antigüedad está en la palestra para los seres humanos.